El pasado fin de semana hice esta tarta por segunda vez, para celebrar el 65 cumpleaños de Augusto, un librero que conozco hace casi 13 años, y con el que a día de hoy todavía colaboro cuando me necesitan. Realmente allí me siento como en casa y desde entonces descubrí otra de mis pasiones, la lectura. Aunque he de reconocer que últimamente no le dedico el tiempo que me gustaría.
Estas medidas son para un molde de unos 20-22 cm de diámetro. Yo usé uno sin base, simplemente el aro. Lo coloqué sobre la base final que llevaría la tarta, así nos ahorramos el riesgo de que se nos rompa a la hora de cambiar de la base de trabajo a la base final.
Trituramos las galletas con la mantequilla y la canela con la Thermomix y después lo ponemos a temperatura 40ºC durante unos 3 minutos para que se derrita la mantequilla y se integre bien con la galleta. Si lo hacéis sin Thermomix entonces trituramos las galletas y la canela y después le añadiremos la mantequilla derretida. en el microondas.
Cubrimos la base de la tarta con la mezcla y presionamos. A continuación disponemos las galletas digestive alrededor de la pared del molde, con la parte del chocolate pegada al molde. Lo llevamos al frigorífico mientras hacemos el relleno.
Hidratamos las hojas de gelatina en agua bien fría.
Ahora es el momento de hacer el relleno. Ponemos en un cazo a calentar la mantequilla, leche y vainilla y antes de que empiece a hervir lo retiramos del fuego y añadimos las hojas de gelatina hidratadas y muy bien escurridas. Removemos con una varilla para que se integre bien. Añadimos la leche condensada y dejamos que se temple.
Montamos la nata y cuando esté en el punto óptimo le incorporamos la mezcla anterior con cuidado, sin varillas. Con la lengua de silicona y con movimientos envolventes de abajo hacia arriba.. Esto facilitará que la nata no se baje y quede un relleno muy cremoso. Cuando la mezcla esté totalmente integrada la vertemos en el molde que teníamos reposando en la nevera. Alisamos la superficie y lo dejamos enfriar durante 4 horas aproximadamente.
Para la cobertura simplemente hay que calentar la nata y la mantequilla en un cazo. Cuando rompa a hervir apartamos del fuego y añadimos el chocolate. Movemos enérgicamente hasta que se derrita por completo. Lo dejamos atemperar y cuando el relleno de la tarta haya cuajado por completo se lo añadimos.
Volvemos a dejar reposar la tarta durante una hora en el frigorífico. Pasado este tiempo ya la podemos sacar del molde y decorar. Ya os digo que la decoración depende del gusto del consumidor. La mía es totalmente diferente a que tiene Lidia en su blog. Puedes usar multitud de opciones.
El resultado es realmente increíble, tanto a nivel estético como de sabor. Os animo a que la hagáis.
¡Hasta la próxima receta!
Buenísima, aunque yo no tuve el placer de poder probarla,puedo decir que el resultado fue para chuparse los dedos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Almu👍👏👏👏💓😘